viernes, 15 de julio de 2011

Viedma a Las Grutas

08 de Julio 2011

Y llegó el momento de las despedidas. Fue rico conocer a esta familia, son muy jugados con lo que quieren… nos mostraron como es ser familia siendo jóvenes y al mismo tiempo viviendo de lo que les apasiona, Lucas con el basquet y Dolores con su trabajo de psicóloga. Los adoramos y a su creación también… Santi nos robó el corazón.

Decir adiós no es fácil, pero tenemos certeza de que nuestros caminos se cruzarán de nuevo. Lo sé porque por algo nos conocimos.

Al salir de Viedma nuestra primera parada fue muy cerquita de la ciudad, fue en un balneario llamado El Cóndor… una villa muy tranquila. La costanera no es muy grande… en un sector se ubica una escultura de un tiburón de acero y al final de ella hay un cartel que nos informa que por esos lados se encuentra la colonia de loros más grande del mundo.

El camino que recorrimos es por la costa, vemos un montón de loros colgando de los cables y volando por todas partes. En ese sector la costa se caracteriza por tener muchos acantilados, de repente hay algunas playitas, pero no son muchas. Hay una especialmente bella, se llama La Lobería… llegamos justo cuando la marea estaba baja y pudimos ver la enorme y hermosa plataforma de roca que se oculta bajo el mar cuando hay marea alta. La formación es preciosa, se ha ido erosionando con el agua y tiene unas formas muy raras, hasta hay pozas donde se forman cascadas.

La playa está rodeada de acantilados… Pablo está fascinado viendo los estratos y esas cosas que le gustan a los geógrafos, jaja. En la pared del acantilado viven muuuchos loros, cada vez que nos acercamos comienzan a chichar, quizás nos amenazan q nos van a sacar los ojos si les hacemos algo, jaja.

En el agua, a lo lejos divisamos unos lobitos de mar… nadan y nadan al ritmo de las olas!. El Pollito no deja de sacar fotos y yo aprovecho de sacar piedras para mi colección. El lugar es bellísimo… conversamos con un pescador y nos dice que cuando está alta la marea todo ese sector se inunda y no se puede caminar.

Continuamos nuestro recorrido por la costa, en algunos lugares divisamos a varios pescadores… se ven algunas bahías y acantilados. El único mini poblado que cruzamos fue en Bahía Creek que debe tener, con suerte, unas 10 casas. En un sector divisamos en la rejas de una estancia, unos cueros secados por el sol.

Comenzó a atardecer y nosotros nos empezamos a apurar, porque queríamos llegar a ver el partido de Chile con Uruguay… en el camino había mucha ceniza volcánica, pero mucha!! Llegamos al pueblito y lo único que encontramos para ver el partido fue una cafetería, jajja el ambiente era súper familiar y no estaban tomando café sino que mate, jaja. Nosotros parábamos más la oreja para escuchar el relato del partido, que apropósito fue horrible!!!! El tipo no decía nada… ahí recién vine a darle la importancia de que el relator de un partido debe ser bueno, sino no tiene sentido, mejor escucharlo por la radio.

Terminó el partido y nos fuimos contentos… nos contactamos con Carlos, la persona que nos recibiría esa noche en su casa. El vive sólo en su casa y lo contactamos por couchsurfing… compartimos poco con él porque era tarde, comimos y luego a descansar.

























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