jueves, 29 de septiembre de 2011

Tapi Aike Lago Roca

21 de Agosto de 2011

De la noche anterior les puedo contar muchas cosas, jajaja. Llegamos a la estación de policía, preguntando si podíamos dormir en el estacionamiento. Pero el policía se negó rotundamente, cómo van a dormir afuera con el frío que hace!, nos dice. Bueno, acá la mínima puede llegar a 25 bajo cero, pero nosotros siempre nos queremos hacer los valientes, jaja.

Nos invitó a dormir adentro de la comisaría y tan lindo él, nos ofreció dormir en el calabozo, jajaj. Nosotros no podíamos rechazar una invitación tan buena. Fue nuestra primera vez… después de ducharnos, instalamos nuestro cochón y nos preparamos comida. Qué diferente es la amabilidad de los argentinos, se nota que tienen una mentalidad distinta.

Hasta vimos televisión! Jajaj y dormir en un calabozo no fue una experiencia mala, para nada. Raro, si fue! Imagínense dormir en una habitación de dos por dos llena de rejas, jaja. Y dormimos calentitos porque tenía estufa.

Para no molestar, en la mañana nos levantamos tempranito, porque había cambio de turno. Afuera de la estación de policía hay una estación de servicio, está llena de autoadhesivos de los viajeros que pasan por ahí, y por supuesto nosotros no podíamos faltar. Pegamos nuestra calcomanía de “América Sin Fronteras”.

Al fin tomamos la famosa Ruta 40, es casi una alucinación que tienen todos los viajeros, recorrer la Ruta 40, jajaj. Nosotros nos fuimos con calma…

La ruta está peor, peor!!, además de la nieve, que frecuentemente se preocupan de limpiarla, está llena de hoyos, te los encargos. Hay que ir lentito, hasta podemos contar los guanacos y los ñandús que se nos atraviesan, jajaj. Avanzamos a paso de tortuga, pero avanzamos.

Hay tanta nieve! Brilla por todos lados. Los pobres guanacos no tienen nada de pastito para comer. Avanzamos y llegamos a un tramo pavimentado, ahí vamos como Shumager, jajaja.

Bajamos por una gran cuesta, desde arriba se puede ver todo el cordón montañoso de la Cordillera de los Andes.

Luego de un rato llegamos al Calafate, un pueblo pequeñito muy turístico. Tiene la típica arquitectura de los centros turísticos de la Argentina. Recorremos el pueblito, su costanera y una especie de laguna que está implementada para la observación de aves. Lo bacán de los argentino es que saben sacarle provecho a todo lo que pueda llamar la atención para el turista. Nosotros tenemos mucho que aprender del desarrollo turístico de ellos.

Nos fuimos a recorrer algunos lago y también fuimos al Parque los Glaciares… nos dicen que la entrada es de 100 pesos argentino para los extranjero, pedimos rebaja y todo… nada, nos dicen que vamos a hablar con el administrador del parque pero debemos esperar porque no llega como en dos días. Para aprovechar que estábamos ahí mismo se nos ocurrió ir a visitar otra parte del parque que no cobran… allí hay un guardaparque. Llegamos a su casita y no había nadie, nos estaciona y ordenamos nuestra cama para dormir.

Hace mucho frío, así que la hacemos cortita con la cena y a guardarse en el hogar móvil.
















2 comentarios: