El día amaneció nublado, ideal para viajar… no teníamos apuro para levantarnos, así que lo hicimos con calma. Nos despedimos de los policías y continuamos nuestro viaje.
En el camino vemos muchas plantaciones y todo plano!!... no hay cerros… luego de unas horas de viaje divisamos el cerro Memby, una gran formación rocosa… nos acercamos a ella, nos quedamos mirándola mientras comemos algo.
Seguimos el viaje… cada vez que nos acercamos a algún pueblito debemos tener cuidado porque andan miles de motos!!! Y creen que la calle es de ellos, hay que ser adivinos para saber si van a doblar o van a parar o van a seguir derecho. Son un caos… porque si atropellamos a alguien seguro que va a ser nuestra culpa y no la de ellos.
Luego de un rato ya no vemos plantaciones sino que vemos muuuuchas vacas… esas crecen y después van al matadero y exportan su carne.
De repente, el Pollo siente rara la camioneta… nos bajamos a mirar y nos damos cuenta que la rueda derecha está desinflada… en el camino buscamos una vulcanizadora pero no encontramos, sólo hay gomerías donde arreglan las ruedas de las motos… qué lata!!!
Nuevecito estaba el neumático y pincho a la primera metida en la tierra! Tuvimos que parar a cambiar la rueda porque era peligroso seguir en la misma.
Llegamos a Concepción… buscamos una vulcanización, pero el problema es que estaba todo cerrado, porque era fin de semana santo!! Y acá son muy religiosos, así que demás que andaban todos en misa.
Nada que hacer, tendríamos que esperar hasta encontrar algo abierto… no podemos arriesgarnos a avanzar sin una rueda de repuesto.
Buscamos un lugar para quedarnos y el elegido fue afuera de la policía. En esa ciudad sí que hace calor!!! Fue una noche horrible, nos despertábamos y yo hasta pensé que tenía fiebre de tanto calor que hacía, hasta se me pasó el rollo de que tenía dengue, jajaja.
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