domingo, 23 de octubre de 2011

Hornopirén a Cochamó

10 de Septiembre de 2011

La lluvia paró un rato en la mañana y salió el sol por un ratito, eso nos permitió levantarnos tranquilamente sin tener que escaparnos del agua. Nos despedimos de los polis que nos prestaron estacionamiento y partimos a conocer Hornopirén.

Este lugar pertenece a la comuna de Hualaihué, pero eso casi nadie lo sabe y nosotros recién lo aprendimos. Hornopirén es una pequeña ciudad pero aún así tiene de todo. Se nota que en el verano llega harto turista porque hay una gran casa de información al turista, lamentablemente en esta ocasión esta todo cerrado. Nosotros partimos al mercado central, allí encontramos artesanías en madera y lanas. También en un sector hay unas viejitas que venden productos del mar, comidas preparadas y verduras cosechadas por ellas mismas. Nosotros nos tentamos con unas empanadas de salmón con queso, estaban riquísimas y sólo valen $300. Mientras comíamos aprovechamos de conversar con las viejitas y hasta nos dieron mate.

En otro puesto había una señora que vendía verduras y semillas, aprovechamos de comprar unas semillas de cilantro para plantar y le compramos unas acelgas que se veían ricas.

Con la guatita llena partimos a caminar por el centro y la costanera de la ciudad. Hornopirén es una ciudad donde habían muchos cultivo de salmón, luego de que se encontrara el virus Isa, éste cultivo disminuyó ya que no se podía exportar. Actualmente se está remontando el negocio que al parecer genera mucho dinero y trabajo.

Continuamos nuestro viaje y quisimos irnos bordeando toda la costa. En el sector que recorremos encontramos lugares muy lindos, bahías mansas, interminables campos y muchas ovejas… es la época en la que tienen a sus crías y por lo mismo vemos hartos chalequitos chicos. En algunos lugares, donde pega mucho el viento, los árboles se doblan en la dirección del viento, se les llaman árboles bandera.

El camino es de tierra y en una parte encontramos un puente que está cortado, lo bueno es que pudimos encontrar otra alternativa para pasar. El otro camino era bien precario y tuvimos que ayudar a un camión que quedó pegado a causa del barro.

Después de recorrer la costa llegamos a la Rampa Puelche donde cruza una barcaza que conecta a un camino que llega hasta Puerto Montt, nosotros no quisimos tomar esa barcaza y nos vamos hacia Puelo. El camino rodea el Seno del Reloncaví, es muy sinuoso y hay bastantes curvas.

Llegamos a Puelo, pensábamos que era mucho más grande porque existen muchos lugares de pesca deportiva, pero el pueblito es muy chico y finalmente no quisimos quedarnos allí.

En el Reloncaví hay muchas trampas de salmones y también de choritos y cholgas, esas trampas no son muy armónicas con el medio ambiente y la verdad es que se ve bien feo.

Al llegar a Cochamó encontramos una placa donde se recuerda a los soldados que murieron en un accidente aéreo de un Twin Otter (el mismo avión que cayó en Juan Fernández). Justo cuando llegamos a Cochamó se largó a llover, recorremos el pueblito, tiene pocas calles. Buscamos un lugar para instalarnos y cocinar, pero todos nos miran, para no tener atados vamos a la comisaría y ellos nos dicen que cocinemos en un techito de unas casitas que usan como feria artesanal.

Allí preparamos una rica cena, porotos con colitas de chancho (a falta de tallarines le pusimos espirales), quedó wena la comida, el Pollito se repitió varias veces el plato, y hasta lo acompañamos con unas longas. Hasta tuvimos música de acompañamiento, la única radio del pueblo que tocaba puras rancheras, jaja.

Para dormir nos instalamos al lado de la comisaría, nos armamos de coraje para armar la cama con lluvia… Por culpa de los porotos, nos fuimos a dormir algo hinchados.



































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