jueves, 3 de noviembre de 2011

Dalcahue a Achao

06 de Octubre de 2011

Y finalmente nos fuimos a Achao!!! Jejej, salimos a medio día a nuestro próximo destino!. Pasamos por la barcaza que une Dalcahue con la Isla de Quinchao. Esa isla no es tan grande pero tiene bastantes atractivos… hay varias iglesias por descubrir y también hay muchos paisajes hermosos… nos encanta la magia de toda la isla… recorrer sus caminos nos identifica con la vida que nos gustaría llevar… quizás la gente de acá no tiene tantos recursos materiales pero tienen muchas riquezas tanto en la forma de ver la vida como en las riquezas de su propio territorio… es usual ver a la señora con su huertita, produciendo sus propios alimentos… qué mejor que saber de dónde viene lo que se está comiendo?.... alucinamos cuando vemos a los hombres trabajando su tierra, acá la producción es mucho más artesanal y todavía se logra ver trabajar a la yunta de bueyes.

Yo por mi parte me entusiasmo mucho con ver a las viejitas hilando la lana y tejiendo sus propias vestimentas… son productos que también venden en las ferias artesanales…

La vida en Chiloé es tranquila, para el que no vive así diría que es lenta… es normal ver a las personas estar sentadas mirando el horizonte… qué pensarán, qué mirarán, qué descubrirán… quizás no piensan en nada y sólo se encuentran en un momento de paz consigo mismos… qué delicia estar así! Disfrutar de los silencios y disfrutar de los ruidos del ambiente… claro que acá no se escuchan los autos, sino que se escucha el ruido de los animales, el ritmo del mar, de los ríos!.

Recorremos la isla y paramos en los miradores a sacar unas cuantas fotos… es importante capturar los momentos… nos permiten recordar lo que vivimos.

Como siempre nos metimos por los caminos menos transitados y siempre descubrimos algo… siempre buscamos ver más allá de lo que ve el turista… si, nosotros nos consideramos viajeros y queremos ver más… conocer, ver la realidad de cómo vive la gente, sus palabras típicas, su acento, su forma de ver la vida… no sólo el paisaje es lo que buscamos sino las personas que habitan en él. Hemos descubierto que es la única forma de decir con firmeza… yo conozco ese lugar!

Vemos una bahía, está la marea baja y los barcos se quedan varados en la orilla, hasta que vuelve a subir la marea y ahí los pueden sacar.

Nos detenemos en Curaco de Vélez, allí hay un museo de la ciudad. Curaco es la comuna más pequeña de la Isla… dicen que es una cuna de héroes, porque allí nacieron grandes marinos. El poblado nace hace muchos años atrás (1660) y fue colonizado por los españoles.

En el museo encontramos muchas reliquias, muchas cosas que usaban normalmente las familias en su diario vivir… claro que acá llegó la modernidad, pero aún en el campo - campo, se conservan algunas tradiciones.

Al salir de Curaco nos topamos con una manada de vacas, en pleno camino, jajaj, sólo en Chiloé se ve aún esto!.

Las casas tradicionales de la Isla son completamente de madera y la mayoría de ellas se encuentran revestidas por tejuelas de alerce… en la actualidad, las nuevas construcciones no tienen tejuelas ya que estas son muy costosas.

En este tramo recorrimos muchas iglesias, la de Huyar Alto, Huyar Bajo y Palqui. La tradición es que se construye la iglesia y casi al lado se ubica el cementerio… como hay tanta lluvia, la madera se llena de musgos de diferentes formas.

Otra de las características culturales de la gente chilota es su devoción a lo divino… hay una mezcla de religiosidad y cultura chilota muy grande… por eso la cantidad de grutitas, de santitos y de iglesias.

En nuestro recorrido nos damos cuenta que la vida campesina y del pescador van de la mano… es normal que se vaya a buscar los productos de la tierra y del mar y que ambos estén en la dieta de todos los chilotes… En cada camino vemos los montes con las personas labrando su tierra y también vemos a los animales pastando… vemos muchas ovejas… mucha lana!!

En un sector vemos como una señora recolecta pelillo, que es una alga marina que en su momento estuvo a punto de extinguirse por la sobreexplotación… a esta alga se le llamaba el oro negro, ya que se exportaba y pagaban muy bien. En la actualidad, su extracción es controlada por organismos públicos.

En la tarde llegamos a Achao, donde nos espera Julita, otra amiga de Servicio País de la Anita… ella vive en la Comuna y trabaja en el departamento de turismo de la Municipalidad. Antes de juntarnos con ella, recorremos la nueva costanera y la feria artesanal… mucha lana y me encanta. Damos unas vueltas por la ciudad, es pequeña, pero tienen harto comercio ya que es uno de los lugares donde se vienen a abastecer las otras islas cercanas.
Nosotros teníamos toda la intención de ir a la Isla de Apiao, pero el tiempo no estuvo a nuestro favor… son dos horas de viaje en lancha y cuando hay mal tiempo las lanchas no salen.

Nos reunimos con la Julita en el supermercado… ella vive con Pancho, un compañero de trabajo también de Servicio País, el es veterinario y es medio pachama místico. Esa noche hicimos lentejas y los chiquillos nos invitaron a un pequeño carrete en su casa, también estaba Mauricio y Alejandra, compañeros de pega de los chiquillos.

Nos dormimos luego de unas largas conversaciones… disfrutamos mucho de las risas y charlas con los chiquillos… Pancho hasta nos pasó su pieza que utiliza para sus sesiones de yoga y reiki. Así que dormimos en una habitación limpia de energías negativas.



































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